Un día Santi, uno de los fundadores de Alfa Hackers, probó meterse a la bañera de crioterapia con un medidor de BPM (ritmo cardíaco). Antes de meterse el medidor marcaba 94 BPM ya que había vuelto de entrenar. Una vez adentro, pasados dos minutos, su corazón latía a 63 BPM.

¿Por qué desaceleró tanto su ritmo cardíaco? En este artículo vamos a explorar qué le sucede al corazón cuando realizamos crioterapia.

¿Qué es la crioterapia?

La crioterapia es una práctica donde se sumerge el cuerpo entero (en algunos casos solo el tronco inferior) en agua a muy bajas temperaturas durante un corto periodo de tiempo. En general, esta práctica se realiza con agua entre 14°C y 3°C, durante 1 a 10 minutos, como máximo.

¿Y por qué se hace crioterapia? Son muchos los beneficios que tiene esta práctica para el cuerpo y la mente, entre ellos:

• Recuperación muscular.

• Reducción de la inflamación.

• Boost en la energía.

• Mejora el estado de ánimo y reduce los niveles de cortisol.

• Fortalece el sistema cardiovascular y mejora la circulación sanguínea.

Justamente, en este último beneficio es en el que vamos a concentrarnos en este artículo.

¿Qué le pasa al cuerpo cuando hacemos crioterapia?

Al momento en que el cuerpo se sumerge en agua fría el cuerpo reacciona instantáneamente con un shock. Los fisiólogos lo denominan “respuesta de shock frío”. Los receptores de temperatura de la piel perciben el agua helada y provocan la constricción (estrechamiento) de los vasos sanguíneos de las extremidades para conservar el calor en el núcleo del cuerpo.

En palabras más fáciles, la reacción del cuerpo consiste en llevar la sangre de las extremidades al centro. Si lo pensamos, los órganos más vitales, como el corazón, se encuentran allí, entonces es necesario que se “protejan”.

A la vasoconstricción inicial le sigue una vasodilatación, es decir, un ensanchamiento de los vasos sanguíneos ya que el cuerpo intenta mantener la temperatura del núcleo central corporal constante.

El frío también activa numerosos procesos que activan la liberación de dopamina, noradrenalina, endorfinas y norepinefrina. Todo esto tiene un impacto directo en la salud mental: mejora el estado de ánimo, aumenta los niveles de concentración y energía, reduce la ansiedad, entre otros efectos.

¿Y qué sucede con el corazón?

Un efecto notorio al estar sumergidos en agua a bajas temperaturas se encuentra en la frecuencia cardíaca (BPM).

Como contamos anteriormente, la primera reacción del cuerpo al sumergirse en agua fría es la “respuesta de shock frío” por el cual el ritmo cardíaco se acelera. Esto es normal ya que la vasoconstricción aumenta la presión arterial inicialmente. También, al exponer el cuerpo a bajas temperaturas, las hormonas del estrés y la adrenalina entran en juego.

Sin embargo, luego de este primer momento los BPM comienzan a bajar debido a una combinación de respuestas fisiológicas conocidas como el reflejo de inmersión y la respuesta vagal.

• Reflejo de inmersión: Cuando el cuerpo se sumerge en agua fría, especialmente en la cara y el cuello, se activa el reflejo de inmersión el cual hace que el corazón lata más lentamente para conservar oxígeno. Esto es una adaptación evolutiva que ayuda a los mamíferos a sobrevivir en ambientes fríos y sumergidos.

• Estimulación del nervio vago: El agua fría también puede estimular el nervio vago, que es parte del sistema nervioso parasimpático. La activación del nervio vago reduce la frecuencia cardíaca y promueve un estado de relajación.

• Sumado a esto, el cuerpo contrarresta la vasoconstricción inicial disminuyendo la frecuencia cardíaca para mantener el equilibrio.

En conjunto, estas respuestas ayudan a reducir las BPM cuando el cuerpo está expuesto a bajas temperaturas.

Beneficios de la crioterapia para el corazón

Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios que trae todo este proceso que se activa dentro del cuerpo?

El cambio en el flujo sanguíneo (la constricción y dilatación de los vasos) genera que el corazón bombee con más fuerza y la sangre fluya más rápido, circulando por el sistema cardiovascular, enriqueciéndose en oxígeno, enzimas buenas y nutrientes.

Una vez finalizada la práctica, la sangre regresa para llevar más nutrientes y oxígeno a las extremidades. Como resultado, el metabolismo celular mejora, promoviendo un crecimiento celular más activo y una mejor función de los órganos internos. Lo que, a su vez, tiene un efecto positivo de la crioterapia sobre el sistema inmunológico.

Wim Hof, creador del método, explica:

Cuando vas al frío, ejercitas el sistema circulatorio, el sistema cardiovascular. El oxígeno, las vitaminas y los minerales llegan mucho mejor a las células y, por lo tanto, obtienes mucha más energía.

En resumen, la crioterapia fortalece el sistema cardiovascular al aumentar la circulación sanguínea, mejorando la entrega de oxígeno y nutrientes a los tejidos.

¿Quiénes no pueden hacer crioterapia?

Aunque la crioterapia tiene grandes beneficios para el sistema cardiovascular, no todos pueden realizar esta práctica. En especial, aquellos que tienen afecciones cardíacas como arritmia, arteria coronaria, presión arterial alta, entre otros.

¿Por qué? Sumergirse en agua fría provoca un aumento repentino y rápido de la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que hace que el corazón trabaje más. Aunque este es el punto, y este factor estresante controlado tiene numerosos beneficios, podría plantear riesgos para las personas con problemas cardíacos.

Disclaimer: todas las personas que quieran empezar con esta práctica, especialmente si cuentan con algún tipo de enfermedad o afección, deberían consultar, sin excepción, a su médico de cabecera. Este artículo junta información de distintos profesionales y artículos científicos, pero no se trata de información médica.

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