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¿Por qué hacer crioterapia si tenés más de 40 años?

Con la edad se vuelve cada vez más importante cuidar la salud y estar más conectados con el cuerpo y la mente. La crioterapia se presenta acá como una gran herramienta y aliada para todas las personas mayores de 40 años, las cuales pueden ver su vida mejorada por los incontables beneficios del frío.

¿Qué es la crioterapia?


La crioterapia es una práctica donde se sumerge el cuerpo entero en agua a muy bajas temperaturas durante un corto periodo de tiempo. Generalmente se realiza con agua entre 14°C y 3°C, durante 1 a 8 minutos.


¿Y por qué alguien elegiría meterse en una bañera con agua helada? Porque la crioterapia tiene una gran cantidad de beneficios, especialmente para las personas mayores de 40 años.



Es un entrenamiento cardiovascular


Cuando hacemos crioterapia se genera la constricción (estrechamiento) de los vasos sanguíneos de las extremidades para conservar el calor en el núcleo del cuerpo, con el objetivo de proteger a los órganos más esenciales. A esta vasoconstricción le sigue la vasodilatación ya que el cuerpo intenta mantener la temperatura del núcleo central corporal constante.


Todo esto funciona como un “entrenamiento” para el sistema cardiovascular. El cambio en el flujo sanguíneo genera que el corazón bombee con más fuerza y la sangre fluya más rápido, circulando por el sistema cardiovascular, enriqueciéndose en oxígeno, enzimas buenas y nutrientes. Una vez finalizada la práctica, la sangre regresa para llevar más nutrientes y oxígeno a las extremidades. Todo este ejercicio fortalece nuestro corazón.



Testosterona, próstata y salud sexual


A partir de los 45 años de edad los hombres comienzan a realizarse chequeos anuales para medir los niveles de antígeno prostático específico (PSA) con el fin de prevenir el cáncer de próstata. En condiciones normales, la mayoría de los hombres presentan una concentración de PSA menor a 4 nanogramos por mililitro de sangre. A medida que el nivel de PSA se eleva, mayor es la probabilidad de tener cáncer de próstata.


Thomas P. Seager (PhD) comenzó con la exposición deliberada al frío en el 2017 y cuenta que en tan sólo tres meses logró que su PSA caiga a la mitad del rango normal. Sin embargo, Seager cuenta que el hallazgo más impactante en sus resultados de sangre, luego de adoptar la crioterapia como una práctica recurrente, no fue tanto la mejora en sus niveles de PSA, sino la elevación de su testosterona “a niveles casi inauditos para un hombre de 56 años con sobrepeso”.


La testosterona es una de las principales hormonas del sexo en hombres (aunque también presente en mujeres). Juega un rol clave en la erección, ya que estimula los tejidos del pene para que produzcan óxido nítrico, el cual inicia varias reacciones que causan una erección. Si un hombre tiene un nivel bajo de testosterona, por ejemplo, los síntomas pueden incluir la disfunción eréctil. La testosterona, tanto en hombres como en mujeres, también se relaciona al libido y el deseo sexual.


En adultos mayores la sexualidad se modifica a causa de cambios físicos que se producen en su cuerpo: en piel y mucosas, en el sistema vascular y circulatorio, incluso a nivel neurológico. Con mayor frecuencia, a partir de los 40 años de edad, pueden aparecer los problemas de disfunción eréctil.


Una solución a este problema podría encontrarse en la crioterapia: el baño en agua fría genera una estimulación de las mitocondrias para que produzcan óxido nítrico (NO), relajando los tejidos de los músculos lisos que controlan el flujo sanguíneo, dilatando los vasos sanguíneos y aumentando la presión arterial en el pene. En este sentido, una sesión de crioterapia puede significar una mejora de la función sexual masculina.



Menopausia


Con la menopausia, disminuyen los niveles de estrógeno y progesterona ya que los ovarios dejan de ovular y los períodos se detienen por completo. Esta etapa puede provocar una serie de síntomas muy molestos, los cuales pueden ser aliviados o minimizados por la crioterapia:


Los famosos “calores”. Uno de los síntomas más comunes y molestos de la menopausia son los repentinos calores que aparecen de la nada. Esto se produce ya que, con la menopausia, los niveles de estrógeno bajan, alterando así el termostato del cuerpo de tal manera que detecta cambios muy pequeños en la temperatura corporal como si fueran grandes cambios. Investigadores afirman que la crioterapia mejora la respuesta y el equilibrio hormonal, casi como un reinicio de este termostato interno. La consecuencia de esto conduce a una reducción de los calores durante la menopausia.


Alteración del sueño. Relacionado a lo anterior, los calores pueden conducir a noches sin dormir. No sólo la crioterapia puede ayudarnos a regular las hormonas, sino que también es una gran herramienta para mejorar el sueño a través de la alineación del ritmo circadiano. Dos o tres minutos en agua helada a primera hora de la mañana le dan al cuerpo una inyección de hormonas que aumentan el estado de alerta y la energía. Esto puede ayudar a que el cuerpo comprenda que es hora de comenzar el día y activarse.


Disminución del estado de ánimo. Debido a las fluctuaciones hormonales, no es raro que el estado de ánimo de una mujer fluctúe. Un día puede sentirse feliz y positiva y al día siguiente puede sentirse triste y ansiosa. Cuando hacemos crioterapia se liberan ciertas hormonas y neurotransmisores del bienestar como endorfinas, dopamina, norepinefrina y noradrenalina. Éstas nos hacen sentir bien y alivian los síntomas de ansiedad, depresión y estrés.


Articulaciones rígidas. No es raro que las mujeres se quejen de dolores musculares y articulaciones rígidas. Con la crioterapia se fomenta un aumento en el recuento de glóbulos blancos, lo que conduce a una respuesta antiinflamatoria y una mejor función inmunitaria. Esto conduce a una reducción de los marcadores inflamatorios, una menor rigidez y el dolor en las articulaciones y los músculos.


Fluctuaciones en el peso. Estudios han demostrado que la transición menopáusica está asociada con cambios en la composición corporal, la acumulación de grasa abdominal y el aumento de peso. La crioterapia genera un aumento de la noradrenalina, que a su vez activa a la grasa parda. Esta grasa es muy diferente a la blanca (la que comúnmente conocemos como “grasa mala”) ya que es metabólicamente activa, aumentando el gasto energético y, por ende, quemando calorías cuando se activa.



(*) Alfa Hackers está diseñado para apoyar un estilo de vida saludable, no para diagnosticar, curar o prevenir enfermedades o condiciones médicas específicas. Nuestras bañeras no son dispositivos médicos. Consulte a su médico antes de embarcarse en cualquier práctica de exposición deliberada al frío.



En nuestro blog podés encontrar más artículos informativos y educativos que abordan con mayor profundidad la relación entre la crioterapia y numerosos aspectos físicos y mentales. ¡Animate a explorar el mundo del frío con Alfa Hackers!

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